El juramento de este sábado de Rodrigo Paz como el 68º presidente de Bolivia inaugura una nueva era en el país, cerrando 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS). “Esta es la nueva Bolivia, que se abre al mundo. Nunca más una Bolivia aislada, sometida a ideologías fracasadas”, prometió en su primer discurso oficial, en el que anunció reformas judiciales, económicas y hasta “morales”.
El viraje no es solo económico, sino también social y cultural: las vestimentas típicas de los pueblos originarios que predominaban en la Asamblea han decrecido en favor del traje y la corbata. La imagen oficial del Estado, que antes recuperaba símbolos milenarios de la región como la cruz andina, ha vuelto a ser el tradicional escudo de armas republicano.
Paz dedicó buena parte de su mensaje a recorrer los que señaló como errores de las anteriores gestiones, a las que culpó de la profunda crisis económica y recesión que atraviesa el país. “Todo presente y futuro es mejor que el pasado. Vamos a superar ese pasado de desgracia que se generó para los bolivianos. Recibimos un país devastado, quebrado, sin reservas internacionales, 3d¿Evo [Morales], [Luis] Arce, dónde están el gas y el litio?”.
El nuevo jefe de Estado fue investido poco antes con la banda y la medalla presidencial por su vicepresidente, Edman Lara, quien vestía traje de gala de Policía en honor a su origen como gendarme. “¡Dios, patria y familia!”, sentenció antes de jurar.
El evento en la Asamblea terminó con la proyección de imágenes de camiones cisterna de combustible entrando a Bolivia. El abastecimiento de gasolina y diésel desde el primer día de su mandato fue una de las promesas del nuevo presidente.
Los hidrocarburos son la principal fuente de divisas para el país; la escasez de producción, a causa de la falta de inversión en exploración, ha provocado el incremento de precios y la ausencia de dólares, con la consecuente creación de un mercado paralelo. “¿Qué carajo hicieron con tanta bonanza? Porque ahora hay gente que no tiene para comer, si éramos tan ricos como dicen. Van a responder a la patria por traición”, advirtió Paz.
Después del evento, el mandatario mantuvo sus primeras reuniones informales con los presidentes invitados. Fueron cinco los que llegaron: los mandatarios de Ecuador, Paraguay, Chile, Uruguay y Argentina. Fue el presidente de esta última nación, Javier Milei, el más anunciado por la oficina de Gobierno días antes. Milei también fue el primero en felicitar a Paz cuando ganó las elecciones el pasado 19 de octubre.
Es una muestra clara de la nueva orientación que se busca dar a las relaciones internacionales de Bolivia. A fines del mes pasado, el presidente realizó su primera visita oficial a Estados Unidos, tras más de dos décadas de relaciones quebradas entre ambos países.
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